Si bien es común saber cómo desinfectar las brochas de maquillaje, muchas veces se pasa por alto la limpieza de los cepillos y peines para el cabello. Como cualquier otra herramienta de belleza, con el uso constante van acumulando suciedad, especialmente si se utilizan productos para el peinado. Además, junto con los cabellos sueltos, también pueden albergar ácaros, células muertas y residuos de aceites, creando así un ambiente propicio para el desarrollo de bacterias y levaduras, lo que aumenta el riesgo de infecciones. A continuación te explicamos cómo higienizar tu peine y cepillo para mantenerlos en óptimas condiciones y favorecer la salud de tu melena.
En la mayoría de los casos, una limpieza exhaustiva al mes es suficiente para la mayoría de los cepillos y peines. No obstante, si tienes el cabello muy largo o usas numerosos productos de peinado, es probable que necesites realizar la limpieza cada quince días. Es importante retirar con regularidad los cabellos enredados entre las cerdas, incluso si no realizas una desinfección profunda.
¿Qué sucede si no mantienes limpias tus herramientas de belleza? Fundamentalmente, los cepillos están diseñados para distribuir los aceites de manera uniforme desde la raíz hasta las puntas, pero si tu herramienta está obstruida con cabellos y residuos, en realidad podrías estar añadiendo suciedad a tu cabello.
Elaboración casera de limpiador para cepillos y peines
Componentes:
- 1 cucharada de detergente
- 1 cucharada de vinagre (el vinagre ayuda a eliminar las bacterias de los cepillos y peines)
Método:
1. Añade los componentes en agua tibia (asegurándote de que no esté hirviendo).
2. Sumerge los cepillos y peines y deja reposar durante una hora.
3. Frota los utensilios con agua jabonosa.
4. Enjuaga cada peine y cepillo con agua corriente para eliminar cualquier residuo acumulado.
5. Elimina el exceso de agua y déjalos secar sobre una toalla.
Utiliza aproximadamente una cucharada de champú o jabón y ponlos en un recipiente grande, llénalo con agua caliente. El agua caliente ayuda a disolver los residuos más efectivamente que el agua fría. Con unas tijeras, recorre la base del cepillo cortando y retirando los cabellos. También puedes utilizar un peine de púas finas para levantar y eliminar todos los pelos. A continuación, sumerge el cepillo redondo en el agua y gíralo durante medio minuto. Un buen truco es frotar los cepillos entre sí con agua tibia y jabón. Esta técnica permite llegar entre las cerdas y eliminar cualquier residuo de producto que pueda quedar atrapado. Después enjuaga con agua y coloca el cepillo sobre una toalla para que seque. Es importante dejarlo en un área fresca y seca para prevenir el crecimiento de bacterias.
Extrae todos los cabellos de los peines con tus manos y deséchalos. Coloca los peines en agua tibia con jabón durante unos minutos. Posteriormente, frota los accesorios con un cepillo de dientes antiguo o uno destinado al cabello para eliminar la suciedad y los residuos acumulados. Enjuaga con agua y deja secar al aire.
Mantenimiento semanal de los cepillos
Para hacer menos tediosa la limpieza de las brochas, retira los cabellos acumulados después de cada uso.
5 fallos a evitar al limpiar los cepillos para el cabello
1. Descuidar las limpiezas periódicas. Se recomienda limpiar cada cepillo para el cabello al menos una vez al mes, y con mayor frecuencia si se tiene cabello largo, se utilizan múltiples productos o se presentan problemas como caspa en el cuero cabelludo.
2. Remojar un cepillo de madera para el cabello. La madera podría dañarse y el pelo desprenderse. ¡Jamás sumerjas un peine de madera tampoco!
3. Emplear temperaturas elevadas. Evita usar agua demasiado caliente o calor para limpiar y secar un cepillo para el cabello, ya que las cerdas sintéticas podrían deformarse o derretirse, y las altas temperaturas deterioran los aceites naturales de las cerdas.
4. Limpiar las cerdas naturales con alcohol. El alcohol isopropílico puede resecar los aceites naturales presentes en las cerdas de jabalí.
5. Descuidar el mango. No olvides limpiar tanto el mango como la cabeza del cepillo. ¡El mango también acumula bacterias provenientes de tus manos!